¿Una carretera ilegal atravesará la Amazonía boliviana?

Por Marielle Cauthin

8 de julio de 2022

El río Ichoa sería la última frontera natural que evita el avance de la apertura de camino para la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos, en el extremo sur dentro del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure; mientras por el norte, brechas de unos 6 metros de ancho se dibujan bajo la sombra de los árboles más allá de la comunidad Santo Domingo, también dentro del parque nacional. Después de años de rechazo a este proyecto víal por los impactos socioambientales, vulneraciones a las áreas protegidas y a derechos indígenas, la vía continúa en expansión sin conocerse el Estudio de Impacto Ambiental y Licencia Ambiental que permita la construcción del tramo II y la ampliación del tramo III; mucho peor, sin una ley nacional que autorice atravesar la zona intangible o zona núcleo de esta área protegida.

Lejos de investigar el ilegal avance del trazo, un intenso lobby de la Gobernación de Beni se ha iniciado hace algunos meses para consolidar este proyecto carretero. No es una voz aislada, ya que instituciones como el Comité Cívico departamental y provinciales, así como la Cámara Agropecuaria de Beni han respaldado públicamente esta postura. De hecho, las últimas semanas, el gobernador junto a otras autoridades se han dado la tarea de realizar asambleas públicas en Trinidad y San Ignacio de Moxos para amplificar esta demanda, sumada a las quejas sobre los continuos bloqueos de carretera en la vía que los une con Santa Cruz.

El lobby que busca legitimar una carretera ilegal

Fuente: GADB, 2022. Asamblea de la Gobernación de Beni en San Ignacio de Moxos, 27 de junio de 2022.

Precisamente lo dicho en una asamblea realizada en junio en San Ignacio de Moxos, Beni, expresa a cabalidad los imaginarios y el discurso que buscan imponer la vía a través de este parque nacional: la subalternidad y dependencia de Beni frente a Santa Cruz, el supuesto avance de Cochabamba en la zona de límites no definidos en el TIPNIS, una élite agropecuaria con capacidad de inserción en los mercados nacionales e internacionales y el novedoso dato sobre el reconocimiento oficial de la apertura ilegal de la vía por sus dos extremos, avance que –lejos de ser interpelado- reconfigura un nuevo escenario donde no es necesario “hacer” una carretera, sino que prácticamente la carretera «ya se hizo sola».

Sobre el último punto, el gobernador Alejandro Unzueta afirmó en Moxos que “hay caminos, hay brechas” verificadas por esta institución mediante imágenes satelitales, así como videos “in situ” -como los grabados por un grupo de “motoqueros” que dicen haber atravesado el parque nacional desde San Ignacio para llegar a Villa Tunari-; actos que prueban a la autoridad que solo quedan “45 kilómetros que falta ampliar y después ya llegamos al [río] Ichoa que es Villa Tunari”. En la misma asamblea, el profesor beniano Eduardo Velasco Rivero -que expuso un memorial extenso sobre el viejo litigio fronterizo con Cochabamba-, filtró al gobernador y al público que una fuente le aseguró que existe un camino con mantenimiento desde San Antonio (de Moleto) hasta el río Ichoa, con lo que se confirmaría que en el extremo sur del TIPNIS la vía continúa en ampliación dentro del parque nacional (PN) y a las puertas de la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Isiboro – Sécure.

Mapa del trazo de la carretera y denuncias de avance de la obra

¿Cómo podrían faltar 45 km de una carretera de más de 300 km, que no cuenta con estudios, licencias ni leyes específicas para atravesar al menos 120 km de la zona núcleo de un parque nacional y una TCO, protegidos por la Constitución Política del Estado, leyes nacionales e internacionales? Si bien el gobernador de Beni no se alerta por las graves ilegalidades que conllevaría la apertura de este camino, sí por las voces ambientalistas que rechazan la vía: “¡Y dónde están los ecologistas que no nos permiten hacer esos 45 kilómetros que atraviesan -como dicen- el corazón del TIPNIS!”, arengó ante su audiencia en Moxos, buscando legitimar una serie de actos ilegales, que habrían provocado la apertura de un camino carretero por el TIPNIS.

El irregular avance del tramo I y tramo III

Hay que recordar que la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) adjudicó la construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos, mediante Resolución RPC No. 0154/2008 de 1 de agosto de 2008 a la empresa brasileña OAS Ltda., firmándose el contrato ABC No. 218/08 GCT-OBR-BNDES el 4 de agosto de 2008. El contrato y su protocolo fueron aprobados por la Asamblea Legislativa mediante Ley No 0005 de 7 de abril de 2010, por la suma de 332 millones de dólares americanos provenientes de un préstamo del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES). Este monto más la contraparte de Bolivia cubría el costo de la obra que llegaba a 415 millones de dólares.

El Documento Base de Contratación (DBC) para la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos Ruta F-24, publicado en marzo de 2008 -que acompañaba la Licitación Pública Internacional 001/2008- elaborado por la ABC no fragmentaba la carretera en tramos, hoy denominados I, II y III. Este DBC establecía una sola ruta con el siguiente detalle: “la carretera Villa Tunari San Ignacio de Moxos tiene una longitud aproximada de 306 km. y que pasaría por las siguientes poblaciones: Eterazama, Isinuta, Puerto Patiño [PN], Santísima Trinidad [PN], Puerto Santo Domingo [PN-TCO], Puerto Esperanza [PN-TCO], Monte Grande, El Retiro y San Ignacio de Moxos”.

Una vez segmentada la vía en tramos, tanto el tramo I por el sur y el tramo III por el norte contaban con Estudios Evaluación de Impacto Ambiental – Analítico Integral (EEIA-AI), realizados en 2010 por la empresa Connal SRL, contratada por OAS Ltda. Según la Petición de Informe Escrito (PIE) 890/2017-2018 del senado, se conoce que las Licencias Ambientales y las Declaraciones de Impacto Ambiental para los tramos I y III fueron emitidas en agosto de 2010 por el viceministerio de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambios Climáticos y de Gestión y Desarrollo Forestal a la ABC, como Representante Legal del proyecto: Nº 031003-06-DIA-3784/10, proyecto denominado “Tramo 1: Villa Tunari – Isinuta” y Nº 080501-06-DIA-3786/10 proyecto denominado “Tramo 3: Monte Grande – San Ignacio de Moxos”. Según la Evaluación Estratégica Ambiental (Rumbol; Sernap, 2011), el tramo II –que atravesaría el PN y la TCO- no cuenta con Licencia Ambiental.

El gobierno de Bolivia inició el proceso de rescisión de contrato con OAS Ltda. en abril de 2012, por supuestos incumplimientos de obligaciones contractuales que afectaron el avance de las obras: “En el tramo I y III otra vez (hubo) incumplimiento en el trabajo de OAS, por eso hemos decidido, hemos iniciado un proceso de anulación de la construcción del camino Villa Tunari – San Ignacio de Moxos, especialmente en el tramo I y III”, dijo Evo Morales en una conferencia de prensa, cuando para ese momento la presión social contra los impactos socioambientales de la vía ya era internacional.

Sin embargo, el proyecto carretero no se detuvo. Las empresas que continuaron trabajando en la carretera fueron: Empresa Boliviana de Construcción (EBC) y la Asociación de Mantenimiento Vial (AMVI) para el tramo I (Villa Tunari – Isinuta), con una inversión de 37 millones de dólares; y la estatal Agencia para el Desarrollo de las Macroregiones y zonas Fronterizas (ADEMAF) junto a la Fuerza Binacional de Ingeniería Social Bolivia-Venezuela para el tramo III, con una inversión de 144 millones de bolivianos, según registros de prensa. Todas estas empresas no realizaron sus respectivos estudios de EEIA-AI, lo que correspondería al ser parte de un nuevo proceso de contratación. Además, reportes de prensa sostienen que la empresa AMVI tenía como socios a tres federaciones de sindicatos cocaleros, por lo que se habría beneficiado a una parte interesada.

El 11 de septiembre de 2016, el entonces presidente Morales inauguró la carretera Villa Tunari – Isinuta con una extensión de 47.30 km. Este tramo termina en la frontera del Parque Nacional Isiboro Sécure y del llamado polígono 7, zona ocupada por sindicatos de familias colonizadoras. Por su parte, en junio de 2015, el vicepresidente Álvaro García Linera inspeccionó las obras del tramo III y afirmó que la carretera a iniciarse tendría el siguiente diseño: San Ignacio de Moxos – Monte Grande (81.42 km), Monte Grande – Río Sécure – Santo Domingo (48.3 km), con una extensión total de 128 km. Estos últimos 48.3 km no estaban contemplados en el Estudio de Impacto Ambiental de Connal SRL sobre el tramo III. Santo Domingo formaba parte del tramo II pues se encuentra dentro el PN y la TCO. Tampoco se conoce un nuevo Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental que haya incorporado los estudios sobre esta ampliación al tramo III.

Ya en 2017, el gobernador de Beni por el partido de Evo Morales, Alex Ferrier, declaraba: “Todavía no hemos llegado hasta Santo Domingo, pero ya se tiene levantamiento de terraplén, alcantarillas y, sobre todo, las conexiones de las comunidades a la carretera troncal”; ese año se esperaba la inauguración de la fase 1 de este tramo III: una plataforma de 9.2 metros de ancho, un terraplén de un metro de altura y dos puentes de hormigón en el río Itecore (30.60 m.) y en el río Sénero (40.60 m.). Se sabe que desde San Ignacio de Moxos a Monte Grande del Apere -ubicados fuera del TIPNIS- existe una consolidad carretera de tierra. De Monte Grande del Apere a Santo Domingo existe un camino precario abierto para la explotación forestal (com. pers. Subcentral TIPNIS, 2017).

El ilegal avance del tramo II

Cinco años más tarde, el nuevo gobernador de Beni afirma que solo faltan 45 km de vía para terminar el llamado tramo II, lo que sería igual a afirmar que ya se ha penetrado a la zona núcleo del PN, sin autorización del gobierno, sin control del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), sin Evaluación Ambiental Estratégica (EIA), sin consulta a la TCO y sin normativa nacional que avale la obra. Una revisión del perímetro del TIPNIS con mapas satelitales deja ver cómo se dibujan brechas camineras ilegales bajo la sombra de los árboles, estas brechas de unos 6 metros de ancho cruzan el río Sécure por el norte muy cerca de la zona núcleo del TIPNIS, que se encontraría en grave riesgo de ser avasallada.

El tramo II parte del pueblo de Isinuta en Cochabamba, límite sur del TIPNIS, e inicialmente se extendía hasta Monte Grande del Apere, luego fue recortado hasta la comunidad Santo Domingo en Beni, según la ABC. Es el tramo de mayor conflictividad porque atravesaría el área mejor conservada del TIPNIS en términos biológicos, correspondiente a la demarcación de zona núcleo que goza de máxima protección. La Evaluación Ambiental Estratégica (Rumbol; Sernap, 2011) afirmó que existe un vacío legal para este tipo de obras en parques nacionales y mucho más en zonas de alta preservación como las zonas núcleo, por lo que al menos se requeriría de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), un proceso de consulta pública y una ley específica que lo autorice.

Trazo en línea recta desde los puntos donde se visibilizan brechas camineras dentro el TIPNIS

Fuente: Villalobos G., 2022.

Pese a todo esto, entre julio y agosto de 2017 y marzo de 2018 comunarios y medios de comunicación denunciaron el avance de la construcción de obras del tramo II. En 2016, mientras estaba vigente Ley 180 de intangibilidad del TIPNIS, la ABC y las empresas AMVI y Sergut firmaron los contratos para la construcción de tres puentes dentro el tramo II, que avasalla el perímetro del parque nacional: puente Isiboro (o Isiboru) de 250 metros de largo a un costo de 4.9 millones de dólares, puente Ibuelo (o Ibuelito) de 120 metros con un costo de 2.3 millones de dólares y puente Sazama (o Zajsajsama o Sasasama) de 150 metros con un costo de 2.7 millones de dólares. El gobierno había proyectado entregar las tres obras en 2018.

El Ministerio de Obras Públicas se escudó en el Decreto 1146 del 24 de febrero de 2012 y en una resolución del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAA) de 4 de febrero de 2014, que establece la “norma técnica que habilita la construcción y rehabilitación de puentes”: “Una licencia ambiental que tiene afectación al medio ambiente tiene categorización 2; este proyecto ha tenido una categorización 3 que prácticamente no tiene afectación, entonces no está clasificada en ese grupo de megaobras, por lo tanto, no hemos infringido la ley de intangibilidad”, fue la respuesta del ministro de Obras Públicas, Milton Claros, en 2017.

Según los artículos 24, 25, 26, 27 y 28 de la Ley 1333 de Medio Ambiente, en el capítulo IV sobre evaluación de impactos ambientales, establece que todas las obras, actividades públicas o privadas, con carácter previo a su fase de inversión, deben contar obligatoriamente con la identificación de la categoría de evaluación de impacto ambiental (Art 25). Las obras, proyectos o actividades que por sus características requieran del Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental, según lo expresado en este artículo, con carácter previo a su ejecución, deberán contar obligatoriamente con la Declaratoria de Impacto Ambiental (Art. 26). El tramo II de la carretera no cuenta con una categorización de impacto ambiental, que seguramente sería grado 1 por su nivel de afectación, ni tampoco cuenta con un EEIA, Licencia Ambiental (LA) – Declaratoria de Impacto Ambiental (DIA), porque –como dice la Evaluación Ambiental Estratégica- no hay leyes que respalden la afectación a parques nacionales sobre todo en sus zonas núcleo.

El artículo 16 del Reglamento a la Ley de Medio Ambiente sobre EIA indica que uno de los criterios para establecer la categoría de EEIA es su “localización próxima a: áreas protegidas, a recursos naturales que estén catalogados como patrimonio ambiental, a áreas forestal o de influencia, o poblaciones humanas susceptibles de ser afectadas de manera negativa”. En este entendido, según la normativa boliviana, la categoría EEIA se establece para áreas colindantes a áreas protegidas, pero no dentro de áreas protegidas. Es tan grave hablar de un posible avasallamiento a la zona núcleo del parque nacional, que en 2011 el viceministro de Medio Ambiente, Juan Pablo Ramos, y su director de Medio Ambiente, Luis Beltrán, renunciaron por negarse a firmar la Licencia Ambiental de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos que atravesaría el TIPNIS. Juan Pablo Ramos fue reemplazado por Cynthia Silvia Maturana, que sin sonrojarse firmó las LA – DIA para autorizar los tramos I y III de la carretera, pero no el tramo II por el conflicto que esto conllevaría.

Tan solo con estas observaciones sobre la moficación al tramo III que avasalla el PN por el extremo norte y cualquier apertura de camino que hiciese dentro el PN-TCO las Licencias Ambientales para el tramo III quedarían anuladas, además de demostrarse serias ilegalidades con responsabilidades a los autores de las obras del tramo II. Según el artículo 64 del Reglamento General de Gestión Ambiental de la Ley 1333, las Licencias Ambientales quedarán sin efecto: “c) por modificación o ampliación de la actividad inicial; d) por incumplimiento a la legislación ambiental”. De la misma manera el artículo 96 del mismo reglamento indica que: “Constituyen contravenciones a la legislación ambiental las previstas en el art. 99º de la Ley del Medio Ambiente:  a) iniciar una actividad o implementar una obra o proyecto sin contar con el certificado de dispensación o la DIA [Declaración de Impacto Ambiental], según corresponda; (…) e) alterar, ampliar o modificar un proyecto, obra o actividad sin cumplir el procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA)”.

Si hay carretera hay megadeforestación, lo confirma Unzueta

Según el gobernador Unzueta, en el TIPNIS actualmente “hay más de 2.300 concesiones forestales” y solo en el llamado polígono 7 –según la primera autoridad de Beni- se han deforestado 230 mil hectáreas: “más del 65 % del polígono 7”; paradógicamente, para Unzueta, el problema no son las alarmantes cifras que lanza, sino que “ni siquiera los benianos aprovechamos de regalías forestales, nos ingresan 200 mil bolivianos al año”, se lamenta. Empero, las cifras que lanza el gobernador requieren someterse a revisión, pues el polígono 7 tiene una extensión de aproximadamente 100 mil hectáreas, es decir, cubre el 12 % del parque nacional. Así que no podría haberse deforestado el doble de su misma extensión dentro sus mismos límites.

Pero efectivamente la deforestación en esta zona es alarmante y fue propiciada por el histórico avance de la colonización precisamente favorecida por un camino y un puente: el puente de Eterasama construido en 1971 y la apertura de un camino de penetración por Puerto Patiño promovido para prospección petrolera (Rumbol; Sernap, 2011). Según los datos proporcionados por Vargas et al. (2012), la deforestación en el TIPNIS se ha concentrado históricamente en este polígono. Estudios recientes indican que el TIPNIS perdió 46.000 hectáreas de bosque entre 2000 y 2014, lo que representa el 3.6 % del total del parque nacional (Fernández-Llamazares A.; Helle J.; et al., 2018). El 58 % de esta pérdida de bosques se habría producido en un radio de 5 kilómetros alrededor de la carretera preexistente en el llamado polígono 7, conectado a la carretera troncal de Villa Tunari. Datos de 2018 demuestran que la tasa de pérdida de bosque en este polígono es ocho veces más alta que en el resto del TIPNIS y el doble que en toda la Amazonía boliviana (Fernández-Llamazares A.; Helle J.; et al., 2018). A este ritmo, Vargas et al. (2012) predijeron la deforestación del 64 % (610.848 ha) del PN en 18 años si se construye la carretera; y una pérdida forestal del 43 % si no se controla la expansión colonizadora del polígono 7, aunque no se construya la carretera.

Fuente: Vargas T. et al. (2012).

En 2014, un saneamiento del INRA reconoció y otorgó títulos de propiedad individual a los sindicatos de este polígono en calidad de “74 comunidades” (Cauthin, 2021), que se dedican casi exclusivamente al cultivo de coca. De hecho, en 2021 la UNODC confirmó la existencia de 1.373 ha de cultivos de coca en el polígono 7 y 27 ha en el PN, lo que convierte al TIPNIS en área protegida con más cultivos de hoja de coca en todo el país. El cultivo de coca genera un triple fenómeno: ampliación de la frontera agrícola, monocultivo intensivo con agroquímicos (Rumbol; Sernap, 2011) y “narco-deforestación” (Fernández-Llamazares A.; Helle J.; et al., 2018) Precisamente, Marcial Fabricano, exdirigente indígena convocado por Unzueta a una asamblea, se quejó porque “los productores y cultivadores de coca ya tienen comunidades para contratar solo para cosechadores de coca. Los jóvenes están como que contratados para la seguridad de esa región”, dijo, aludiendo al avance de la actividad del narcotráfico de la mano de la expansión de cultivos ilícitos de coca.

Se debe mencionar también que la deforestación afecta al extremo norte del TIPNIS, en concreto al alto Sécure que forma parte del tramo III de la carretera. El problema fue iniciado por las concesiones forestales en el límite de la frontera de amortiguación, donde los caminos de tierra fueron abiertos por las mismas empresas forestales legales e ilegales que explotan valiosas especies forestales. Al menos seis empresas ejercían una fuerte presión sobre los recursos maderables del TIPNIS: San Ambrosio Herber, Cimagro, Fátima, Suri, Huanca Rodríguez e Isigo SRL. El negocio de la madera implicó en el TIPNIS “una herramienta de disociación social y debilitamiento de las reglas comunitarias e intercomunitarias para aprovechar el bosque” (Rumbol; Sernap, 2011). Actualmente no hay un seguimiento serio ni por parte del SERNAP, ni la gobernación ni la ABT u otras instancias sobre la magnitud de la explotación forestal legal e ilegal y nuevos asentamientos humanos en este extremo del parque nacional. El punto 9.2.6. del EEIA del Connal para el tramo III advierte sobre procesos de colonización en esa zona que afectarían a los territorios indígenas TIM (Territorio Indígena Multiétnico) y TIPNIS, por lo que estas TCO deberían tener una “planificación de desarrollo estratégica que considere mecanismos de protección” (Connal SRL, 2010).

Existe abundante evidencia científica respecto a que la pérdida de bosques se amplifica alrededor de caminos recién construidos y/o pavimentados en bosques tropicales de África y de la Amazonía, donde Brasil es el caso más emblemático (Pfaff, 1999; Laurance, W.F., Sloan, S. et al., 2015; Barber, C.P., Cochrane, M.A. et al., 2014; Alamgir, M., Campbell, M.J. et al.; 2017; Alves, 2000; Mertens C., 1997). Las carreteras secundarias o sendas de penetración aumentan la extensión espacial de la alteración del hábitat, el caso de las sendas y brechas del polígono 7 lo confirma.

Fernández-Llamazares, Helle et al. (2018) citan el caso de deforestación en la Amazonía brasileña para explicar un posible escenario similar en el TIPNIS; pues en Brasil por cada kilómetro de carretera legal hay casi tres kilómetros de caminos ilegales dentro la Amazonía. Debido a esto, se ha argumentado que la única forma de evitar pérdidas forestales en áreas con alto valor de conservación ecológica es mantenerlos libres de carreteras. Vale decir con esto que no existen “carreteras ecológicas” en bosques tropicales como la Amazonía boliviana, que la única medida ecológica que pueden tomar los gobernantes es no hacer carreteras a través de áreas protegidas biodiversas, además de controlar y prohibir totalmente la apertura de brechas viales.

La promesa de Evo cumplida por sus opositores

En febrero de 2021, durante la campaña electoral, Evo Morales prometió nuevamente una carretera por el TIPNIS: “Ya teníamos plata, con contrato firmado, construir el camino San Ignacio de Moxos-Villa Tunari; eso hubiera estado terminado, como la derecha perjudica está paralizado (…) Hermanas y hermanos: con Lucho presidente, (el) compañero gobernador Alex (Ferrier y el) Alcalde vamos a terminar esas grandes obras de integración”, dijo. Su partido perdió en Beni y resultó ganador como gobernador Alejandro Unzueta, bajo la sigla del Movimiento Tercer Sistema (MTS), partido del contrincante Félix Patzi.

Cuando Evo buscaba imponer la vía, no tuvo el apoyo del Comité Cívico ni de la Cámara Agropecuaria de Beni, sectores opositores que ahora sí apoyan la vía. Estas voces se unen, por ejemplo, a dirigentes indígenas aliados al MAS que también abogaron por el sueño de Evo. Entre ellos están, por ejemplo, Carlos Fabricano, exfuncionario de la gobernación del Beni, su esposa exdiputada indígena del TIPNIS por el MAS, Ramona Moye. Fabricano presionó a varias comunidades, sobre todo chimanes, para que acepten el proyecto carretero. En mayo pasado pedía desde su perfil de Facebook “la vinculación San Ignacio Cochabamba ya (sic)”, contra el bloqueo de caminos en la vía que conecta Trinidad con Santa Cruz.

Ahora Unzueta extrapola el llamado “modelo cruceño” agroextractivo para Beni: que las más de 72 mil hectáreas de arroz que produce Beni salgan por esa vía, que los ganaderos de Moxos ya no vendan torillos si no carne envasada al vacío, y no solo vender sus productos a Cochabamba y La Paz, sino conectar sus productos con un corredor bioceánico, que incluso desplazaría a Santa Cruz “porque Brasil la utilizaría para llegar a los puertos del océano Pacífico al ahorrarse 1.200 kilómetros de recorrido”, apuntó. La Cámara Agropecuaria también habla de ahorrarse unos cientos de kilómetros para llegar a los puertos del Pacífico por Desaguadero. Por lo pronto, lo único que sale por esas vías son enormes troncos que dejan un enorme vacío en el bosque.

Referencias

Archivo Documental Isiboro Sécure (2018) Metro a metro, Gobierno avanza carretera dentro del TIPNIS. En: Tipnisbolivia.org.

Cauthin M. (2021) Un cuestionado saneamiento que maquilla cultivos de coca en áreas protegidas. En: LosTiempos.com

Cauthin M. (2018) Pérdida de bosque en el TIPNIS va unida a las carreteras y a los cultivos de coca. En: Tipnisbolivia.org

Cauthin M. (2018) ¿Qué sabemos de los Estudios de Impacto Ambiental de la carretera por el TIPNIS? En: Tipnisbolivia.org

Cauthin M. (2018) Sin planes forestales, el TIPNIS pierde miles de hectáreas de bosques. En: Tipnisbolivia.org

Fernández-Llamazares A., Helle J., et al. (2018) New law puts Bolivian biodiversity hotspot on road to deforestation. En: Current Biology 28, R1–R16, January 8, 2018

Fundación Solón (30/08/18) La carretera por el TIPNIS ¿cómo nos afecta?

Gobierno Autónomo Departamental de Beni (28/06/22) Gobernador aborda con instituciones de San Ignacio de Moxos la construcción de la carretera.

Paredes I. (5/06/22) Resurge la presión para entrar al Tipnis y ‘terminar los 70 km’ de vía que faltan. En: Eldeber.com.bo

Publiagro (19/06/2022) Gobernador de Beni abre debate para retomar carretera ecológica por el Tipnis ante constantes bloqueos en Santa Cruz. En: Publiagro.com.bo

Publiagro (19/06/22) Respaldan la construcción de carretera entre San Ignacio de Moxos a Cochabamba. En: Publiagro.com.bo.

Vargas T. et al. (2012) Compensación por servicios ambientales de carbono. Una alternativa para reducir la deforestación en el TIPNIS. Embajada Real de Dinamarca; Fundación Natura; Fundación PIEB, 2012.

Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza emite sentencia por el caso TIPNIS

La sentencia concluye que Estado Plurinacional de Bolivia ha violado los Derechos de la Naturaleza y de los pueblos indígenas en calidad de defensores de la Madre Tierra y formula una serie de medidas de reparación inmediata para el caso TIPNIS.

Este 15 de mayo el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza (en adelante el Tribunal) ha hecho pública en su sitio web la sentencia sobre la denuncia de violación a los Derechos de la Naturaleza en el caso del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

El caso del TIPNIS fue presentado por representantes de la subcentral del TIPNIS y la organización de mujeres del TIPNIS ante el Tribunal durante su sesión en Bonn, Alemania el 7 y 8 de noviembre de 2017. El Tribunal aceptó considerar el caso en enero del 2018 y decidió enviar una Comisión Internacional de Observadores a Bolivia para constatar los hechos y entrevistarse con todas las partes involucradas. Después de su visita a Bolivia, la Comisión conformada por Alberto Acosta (Ecuador), Shannon Biggs (EUA), Enrique Viale (Argentina) y Hana Begovic (Suecia), presentó su informe en enero del 2019, en base al cuál el Tribunal emite la respectiva sentencia por la cual concluye que en el caso del TIPNIS el Estado Plurinacional de Bolivia ha violado los Derechos de la Naturaleza y de los pueblos indígenas en calidad de defensores de la Madre Tierra, a la vez que ha incumplido con su obligación de respetar, proteger y garantizar los Derechos de la Madre Tierra, según lo establecido en su propio marco jurídico nacional y la normativa internacional relacionada (p.82).

La región que hoy se conoce como TIPNIS fue denominada “la selva más hermosa del mundo“ por el famoso naturalista francés Alcides D’Orbigny (1802-1857). Este territorio se convirtió en la “Loma Santa”, en la “Casa Grande” donde los pueblos indígenas Mojeño Trinitarios, Yuracares y Tsimanes encontraron refugio durante la “fiebre del caucho” a fines del siglo XVIII y principios del siglo IXX. Esta región fue declarada Parque Nacional en 1965, y en 1990, después de la Primera marcha por el territorio y la dignidad indígena, asumió la doble categoría de Parque Nacional y Territorio Indígena. El 13 de febrero de 2009, los pueblos Yuracaré, Tsimane y Moxeño Trinitario obtuvieron el Título Ejecutorial saneado por 1.091.656 hectáreas, cifra disminuida respecto de la demanda inicial debido a los asentamientos de migrantes andinos y de los valles que se dedicaron principalmente a la plantación de cultivos de hoja de coca en la zona que se conoce como el “polígono 7” dentro del TIPNIS.

El año 2008 el gobierno de Evo Morales contrató a la empresa OAS de Brasil para la construcción de una carretera que dividiría el área protegida del TIPNIS, sin nunca llevar a cabo un Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental integral de los tres tramos en los que se fragmentó esta carretera.

En octubre de 2011, la Octava Marcha Indígena, después de sufrir la represión de fuerzas policiales en la localidad de Chaparina, logró la promulgación de la Ley 180 de protección del TIPNIS que en su artículo tres prohibía expresamente que la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos o cualquier otra a travesará por el TIPNIS.

El informe de la Comisión Internacional de Observadores que visitó Bolivia entre el 15 y el 23 de Agosto del 2018 presentó evidencias suficientes en sentido de que la mencionada carretera ampliará la deforestación ya presente en el polígono 7, y llevará a la expansión de la producción de hoja de coca, a la afectación de la biodiversidad y a la perdida irreparable de diferentes seres de la naturaleza. Así mismo el informe de la Comisión presenta evidencias de que no se realizó una consulta previa para el consentimiento libre, informado y de buena fe a los pueblos indígenas del TIPNIS y que los procesos de colonización en el polígono 7 tienen ya impactos negativos en la vida de estos pueblos.

En base a todas estas evidencias el Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza encuentra probada la denuncia de que el Estado Plurinacional de Bolivia y en particular el Gobierno de Evo Morales Ayma violan los derechos de la Madre Tierra en el caso del TIPNIS. Así mismo el Tribunal considera que el Estado boliviano ha violado los derechos colectivos e individuales de las naciones y pueblos indígena del TIPNIS.

La sentencia del Tribunal propone varias medidas de reparación inmediata entre las que destacan:

  • La paralización inmediata y definitiva de cualquier tipo de avance en la construcción de infraestructura vial en el denominado tramo II desde Isinuta a Monte Grande al interior del TIPNIS.
  • La abrogación de la Ley No. 969 y posterior elaboración y promulgación de una ley que garantice la conservación y protección del TIPNIS.
  • El reconocimiento del derecho territorial y autonomía del área de las ex concesiones forestales de Bosque de Chimanes a favor del Territorio Indígena Multiétnico (TIM), para garantizar el control y gestión de la zona norte del TIPNIS.
  • La adopción de medidas efectivas para detener el avance de la colonización hacia la zona núcleo del TIPNIS.
  • La anulación de los planes de expansión petroleros en el TIPNIS.
  • La identificación y sanción de los responsables de las violaciones a los Derechos Humanos en el año 2011 en Chaparina.

Seis años después, en 2017, la ley 180 fue abrogada por la ley 969 y es el motivo principal que llevó a la presentación de este caso ante el Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza.

  • El reconocimiento de responsabilidad Estatal en la falta de justicia hasta el momento y la otorgación de disculpas públicas por parte del presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.
  • La puesta en vigencia de la Defensoría de la Madre Tierra, que a nueve años de su creación por la ley No 71 aún no entra en funcionamiento.
  • El cese de toda presión para disciplinar y controlar a las organizaciones que defiende a la Madre Tierra y la otorgación de plenas garantías para que cumplan con esta labor fundamental para la reproducción de la vida en la Tierra.

El Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza fue creado en el 2013 y sus sentencias se basan principalmente en la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra que fue adoptada durante la I Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y por los Derechos de la Madre Tierra realizada en abril del 2010 en Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia. Las resoluciones y sentencias del Tribunal tienen un carácter ético que es fundamental para construir una verdadera comunidad de la Tierra que evite la sexta extinción de la vida en la Tierra. Sin ética ningún gobierno, institución o persona puede recuperar la humanidad que hoy más que nunca se necesita para evitar el colapso de los ciclos vitales de la Tierra.

El Tribunal está conformado por jueces y juezas de reconocida autoridad ética y científica respecto a los Derechos de la Naturaleza, nombrados por defensoras y defensores de la Madre Tierra de diferentes partes del mundo. En el caso particular de esta sentencia y en vista de que del gobierno de Evo Morales promueve internacionalmente los derechos de la Madre Tierra, se ha solicitado la revisión de la sentencia por otros jueces y juezas que han participado en diferentes audiencias del TIDN y que suscriben la presente sentencia. Los miembros del Tribunal Extendido que firman la misma son: Tom Goldtooth (Dine’ y Dakota, EUA), Cormac Cullinan (Sudáfrica), Vandana Shiva (India), Osprey Orielle Lake (EUA), Simona Fraudatario (Italia), Fernando «Pino» Solanas (Argentina), Ute Koczy (Alemania), Yaku Pérez (Kichwa Ecuador), Blanca Chancoso (Kichwa Ecuador), Maristella Svampa (Argentina), Ruth Nyambura (Kenya), Nnimmo Bassey (Nigeria), Ashish Kothari (India), Enrique Leff (México), Francesco Martone (Italia), Antoni Pigrau (Catalunya), Casey Camp Horinek (Ponca, EUA), Antonio Elizalde (Chile), Horacio Machado Aráoz (Argentina), Rita Segato (Argentina), Valerie Cabanes (Francia), Arturo Escobar (Colombia), Rocío Silva Santiesteban (Perú), Patricia Gualinga (Kichwa Sarayaku), Atossa Soltanio (EUA, IRAN), y Mario Melo (Ecuador).

Ver sentencia en español

UN PLAN ALTERNATIVO PARA LA INVERSIÓN EN EL TIPNIS

[s.f., Luis F. Pacheco, D.Cs.] «Las razones que se esgrimen para justificar la construcción de una carretera por el TIPNIS incluyen el supuesto mejoramiento del acceso a salud, educación y opciones Sigue leyendo UN PLAN ALTERNATIVO PARA LA INVERSIÓN EN EL TIPNIS

TIPNIS: indígenas no creen que Gobierno frenó la vía

Página Siete, 19 de febrero de 2019

FOTO CARRETERA P7

Maquinaria para construir puentes en el TIPNIS, 2017. Foto: Beatriz Layme

La dirigencia del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) rechazó el informe de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) que da cuenta de que el Gobierno decidió frenar el proyecto carretero por la reserva indígena y natural.

Denunció además que la expansión de colonos y cocaleros al interior del área protegida sobrepasó al menos 100 hectáreas la línea roja del Polígono 7.

La vicepresidenta de la Subcentral del TIPNIS, Cecilia Mayoviri, afirmó que las comunidades indígenas creerán que las obras quedaron paralizadas cuando los colonizadores y cocaleros respeten la línea roja del Polígono 7.

“No le creemos nada; nos dicen que la carretera quedó en cero para que pase lo mismo que en Tariquía, que ya no entrarán las petroleras para que las comunidades afectadas dejen de organizarse, igual como pasa con El Chepete Bala, todo para dispersar a la gente (…). Nosotros seguiremos en pie, en resistencia”, aseveró.

La semana pasada, el presidente de la ABC, Luis Sánchez-Gómez, aseguró durante la audiencia pública de cuentas, que el Gobierno decidió frenar el proyecto carretero por TIPNIS.

“Está en etapa cero, el Gobierno no ha empezado a construir la carretera, no comenzamos a construir la carretera”, insistió.

Sin embargo, Mayoviri no dio crédito a la versión, pues consideró que se trata de una versión más, pues en los hechos hay un avance inminente de comunidades de colonos y cocaleros más allá del Polígono 7.

“Si calculamos una hectárea de familia, estamos hablando de más de 100 hectáreas que se sobrepasaron la línea roja”, dijo la dirigente indígena.

La ABC afirma que el Gobierno frenó la carretera por el Tipnis

Los Tiempos 16/02/2019

Tramo III inicio

Foto: Codapma, 2017. Tramo III de la vía iniciada por el extremo norte del TIPNIS

El presidente de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Luis Sánchez-Gómez, aseguró durante una audiencia pública de cuentas que el Gobierno decidió frenar el proyecto carretero por el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), y que por tanto, la obra se encuentra actualmente  en “etapa cero”.

“El Gobierno no ha empezado a construir la carretera, no comenzamos a construir la carretera”, insistió en el auditorio de Entel.

Sánchez-Gómez dijo que había un contrato de la ABC con una empresa para hacer un diseño para la construcción, pero que “el Gobierno decidió frenar ese proyecto (…). De momento estamos en etapa cero, no hemos entrado a construir nada, esa es la situación real”.

Sin embargo, el año pasado durante la visita de la comisión del Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza a Bolivia, esta fue bloqueada, retenida e impedida de ingresar al Polígono 7 del Tipnis, donde varios medios de comunicación pudieron constar la construcción de puentes y la apertura de carretera con el propósito de consolidar el trazo por el medio del área.

Líderes indígenas del Tipnis se hicieron presentes esta semana en la ciudad de Sucre para denunciar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) las vulneraciones a sus derechos.

En agosto de 2018, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo que “nadie está construyendo una carretera. Todo el mundo demanda la carretera, pero ahora mismo no hay la construcción de una carretera”.

Informe del TIPNIS será presentado en Conferencia de Prensa el 16 de Enero

El próximo miércoles 16 de enero del 2019, a horas 10 de la mañana en la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, la comisión del Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza presentará su informe de la visita que realizó a Bolivia entre el 15 y el 22 de agosto del año pasado por la denuncia presentada por el caso TIPNIS en el año 2017.

invitacion conferencia de prensa

Durante su visita a Bolivia, Alberto Acosta (Ecuador), Shannon Biggs (EUA), Enrique Viale (Argentina) y Hana Begović (Suecia) visitaron el TIPNIS y escucharon por más de diez horas testimonios de diferentes representantes en la comunidad de Trinidacito en el corazón del TIPNIS. Posteriormente se trasladaron al sector del Polígono 7 para escuchar a quienes tendrían una posición favorable a la construcción de la carretera a través del TIPNIS. Lamentablemente al intentar ingresar al sector del Polígono 7, los miembros de la comisión fueron retenidos por 6 horas junto a periodistas y personas de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia.

Posteriormente, debido a la gran repercusión mediática, el ministro de Gobierno, Carlos Romero Bonifaz, junto a otras autoridades se reunió con la comisión. En dicha oportunidad se acordó que la comisión enviaría un cuestionario al gobierno para que este responda con información precisa al respecto. Lamentablemente el gobierno eludió responder el cuestionario enviado por la comisión.

Después de haber agotado todos los esfuerzos para escuchar a todas las partes, y revisado cientos de paginas de información, la comisión del Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza hará conocer el próximo 16 de enero el informe de su visita a Bolivia. Este informe incluye las recomendaciones que hace la comisión al pleno del Tribunal Internacional de Derechos de la Naturaleza para la emisión de su veredicto final sobre el caso del TIPNIS.

Crean una biblioteca especializada en el TIPNIS

Documentos como las resoluciones de los primeros encuentros de corregidores y representantes indígenas de la región Isiboro Sécure de finales de la década de los 80, la resolución de rechazo al estudio de impacto ambiental de la petrolera española Repsol en el Bloque Sécure, informes del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) que detallan el paulatino avance de colonos cocaleros entre los años 90 y primera década de 2000, así como las experiencias de la coadministración de esta área protegida y los planes de aprovechamiento sostenible de recursos naturales, forman parte del banco de datos del archivo documental Isiboro Sécure. El archivo está compuesto por aproximadamente 800 documentos relevantes de los últimos 30 años de existencia del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

El trabajo de compilación del archivo fue expuesto y presentado el 14 de diciembre en Trinidad (Beni) y el 19 de diciembre la ciudad de La Paz, en eventos públicos en los que se explicó el proceso de esta recopilación experimental que implicó la búsqueda, acceso, recuperación, digitalización, sistematización, catalogación, publicación web e impresión de un banco de datos. Los documentos que componen el archivo se encontraban dispersos y algunos casos en serio riesgo de desaparición por precarias condiciones de mantenimiento.

PROCESO DE RECUPERACIÓN DE ARCHIVOS

FOTOS: FCI-TIPNIS, 2018.

Creando un patrimonio documental para Tierras Bajas

La mayor parte de los documentos encontrados son resoluciones, actas, cartas, informes técnicos, proyectos, diagnósticos, memorias, investigaciones, planes de manejo, etc. En la creación del archivo participaron 17 fuentes que aportaron sobre todo con documentos escritos, como los archivos del proyecto Manejo de Áreas Protegidas y Zonas de Amortiguación (MAPZA), del Centro de Investigación y Documentación para el Desarrollo del Beni (Ciddebeni), de la Pastoral Indígena del Vicariato Apostólico del Beni, así como los archivos personales de exdirigentes indígenas como Marcial Fabricano y Adolfo Moye, de investigadoras/es, y activistas.

PROCESO DE COMPILACIÓN, IMPRESIÓN Y ENCUADERNADO

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FOTOS: FCI-TIPNIS, 2018.

Luego de una selección de documentos se los digitalizó y se procedió a una catalogación y codificación, para posteriormente crear un archivo físico que actualmente se encuentra custodiado en las oficinas de la Pastoral Indígena del Beni ubicada en la ciudad de Trinidad (av. Bolívar esq. Cochabamba, edificio Lasalle viejo). De la misma manera se subió la información a un soporte web para amplificar su difusión. Así la página web tipnisbolivia.org se ha convertido en una biblioteca digital especializada en la historia reciente del TIPNIS. La página web ofrece varias opciones de búsqueda a partir de temas, de tipos de documentos, de año y de autores.

portada web

A la par, se hizo una primera exploración de recopilación de documentos multimedia que continúa en catalogación y que podría abarcar la primera década del año 2000, y otros más contemporáneos, sobre todo centrados a partir de 2011. Esta información que sigue siendo procesada fue compartida por el colectivo Somossur (Cochabamba), el colectivo Territorios en Resistencia, Marcial Fabricano Noe y Julio Ribera Paniagua. Además, se cuenta con materiales multimedia (slides, cassettes y fotografías impresas) de los años 80 y 90 del archivo de Ciddebeni (Trinidad), que están en proceso previo de revisión y análisis de formato y posibilidades de recuperación.

Iniciativas para reducir vulnerabilidades de falta de información

Actualmente las comunidades del TIPNIS no cuentan con espacios de trabajo ni de resguardo seguros, además de no contar con la documentación que necesitan para llevar a cabo la gestión y las acciones de defensa de su territorio. Por ello, el trabajo minucioso de recuperación de documentos debe permitir que en alguna medida las comunidades puedan acceder y utilizar esta información cuando la necesiten, para apropiarse mejor de la trayectoria de su organización y de las normas de su funcionamiento. La digitalización de los documentos busca garantizar acceso a los documentos, pero también su seguridad, dado que ya ha habido experiencias de pérdidas o destrucción de documentos originales.

El archivo se compiló en el marco del proyecto Fortalecimiento de las Comunidades Indígenas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (FCI – TIPNIS), ejecutado entre noviembre 2017 a diciembre 2018. La iniciativa contó con el financiamiento de la Fundación Gordon y Betty Moore y fue administrado por la Universidad de Florida. Se realizó en coordinación con la Subcentral de Mujeres Indígenas del TIPNIS y la Subcentral TIPNIS y gracias al apoyo de la Pastoral Indígena del Vicariato Apostólico del Beni y la Fundación Solón.

Los documentos del archivo documental Isiboro Sécure son de libre acceso para todas las personas comprometidas con el avance de los derechos de los pueblos indígenas y la gestión territorial sostenible y autónoma en el TIPNIS y en otros territorios.

ACTOS DE PRESENTACIÓN Y EXPOSICIÓN PÚBLICA DE RESULTADOS EN LA PAZ Y TRINIDAD (BENI)

FOTOS: FCI-TIPNIS, SHIRLEY RÍOS, @TONNYLP, 2018.

Cualquier consulta puede dirigirla al correo: archivoisiborosecure@gmail.com.

Equipo FCI-TIPNIS, 20 de diciembre de 2018.

 

Presentan archivo que recupera 30 años de historia del TIPNIS

afiche-archivo-003 violetaEste 14 y 19 de diciembre en Beni y La Paz se realizará la presentación del archivo documental Isiboro Sécure, una biblioteca digital y física que recuperó aproximadamente 800 documentos relevantes, que abarcan los últimos 30 años de existencia del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Este trabajo de recopilación experimental implicó la búsqueda, acceso, recuperación, digitalización, sistematización, catalogación, publicación web e impresión de un banco de datos, que hasta la fecha se encontraban dispersos y algunos casos en serio riesgo de desaparición.

Está previsto que el viernes 14 de diciembre se realice una jornada de taller libre sobre el uso del archivo en sus soportes físico y web de 15.00 a 17.00 horas en la ciudad de Trinidad (Casa de la Cultura del Beni). A las 19.00 horas se realizará la presentación oficial del archivo físico y web abierto a todas las organizaciones, instituciones, residentes del TIPNIS en Trinidad, investigadores/as sociales, estudiantes, entre otros. El miércoles 19 de diciembre a horas 19.00, se realizará la presentación y exposición en la ciudad de La Paz en el salón de la Fundación Solón, que contará con transmisión web en directo.

Recuperar archivos

 

Foto: Proyecto FCI. Algunos de los archivos visitados y recuperados. 2018

La labor ha sido realizada en el marco del proyecto: Fortalecimiento de comunidades indígenas en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (FCI-TIPNIS), en coordinación con la Subcentral de Mujeres Indígenas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure y la Subcentral del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure; también ha sido posible gracias al apoyo de Gordon and Betty Moore Foundation, University of Florida, Pastoral Indígena del Vicariato Apostólico del Beni y Fundación Solón.

 

Foto: Proyecto FCI. Proceso de restitución de los archivos. 2018.

Los documentos del archivo documental Isiboro Sécure son de libre acceso para todas las personas comprometidas con el avance de los derechos de los pueblos indígenas y la gestión territorial sostenible y autónoma en el TIPNIS y en otros territorios. Para ver el archivo online, ver más recursos y noticias del TIPNIS visite: www.tipnisbolivia.org. Cualquier consulta puede dirigirla al correo: archivoisiborosecure@gmail.com o a los teléfonos: 69848805 – 70387677.

Antecedentes

El Parque Nacional Isiboro Sécure (PNIS) fue creado en 1965. Entre los objetivos de su creación estaba la protección del área contra la construcción de un camino, en la época referido como marginal de la selva. Sin embargo, desde tiempos precoloniales, y especialmente desde el auge de la goma, este territorio ha sido el espacio de vida y refugio de los pueblos indígenas mojeño-trinitario, yuracaré y chimane.

En la década pasada, las amenazas mencionadas que enfrenta el TIPNIS se han intensificado por la presión de políticas estatales desarrollistas. Actualmente, los conflictos se centran alrededor de la construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos, que tal y como está planteada, cortaría en dos el territorio, incluyendo las zonas núcleo de máxima protección establecidas en el plan de manejo. Con la carretera, se espera que se extiendan las áreas de colonización y de exploración petrolera. La deforestación en las zonas núcleo del TIPNIS es particularmente alarmante ya que estas áreas incluyen las nacientes de importantes ríos de la cuenca del Mamoré.

Las comunidades del TIPNIS no cuentan con espacios de trabajo seguros, ni con la documentación que necesitan para llevar a cabo su gestión y las acciones de defensa de su territorio. Por ello, proponemos que se realice un trabajo minucioso de recuperación de los documentos para que las comunidades puedan acceder y utilizar estos documentos cuando se necesiten, y apropiarse mejor de la trayectoria de la organización y de las normas de su funcionamiento. La digitalización de los documentos busca garantizar acceso a los documentos, pero también su seguridad, dado que ya ha habido experiencias en las que se han perdido o quemado documentos originales de la organización.

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